Los alimentos locales son buenos para ti, buenos para tu comunidad y buenos para el planeta. Son más frescos, sabrosos, nutritivos, tardan más en estropearse y resultan más baratos. Además, al comprar a productores locales, estás apoyando la economía local y contribuyendo así a la conservación del paisaje y la cultura del lugar. Por último, la producción y distribución de alimentos locales genera menos contaminación, emisiones y residuos.

¿Necesitas más razones para comprar alimentos locales? Lee y comparte el siguiente decálogo.

1. Comer alimentos locales es bueno para la economía local

Un euro gastado en productos cercanos genera el doble para la economía local.

2. Los alimentos son más frescos

Los productos transportados desde lejos pueden haber estado semanas en congeladores.

3. La comida local sabe mejor

Un alimento recolectado ayer tiene mucho más sabor que uno anterior.

4. Tardan más en estropearse

Los alimentos recolectados tradicionalmente cerca de casa tienen menos conservantes y duran más tiempo en buen estado al ser recién recogidos.

5. Consumir alimentos de proximidad reduce las emisiones de gases contaminantes

El transporte de alimentos desde lugares lejanos provoca elevadas emisiones de CO2.

6. Comemos alimentos de temporada

Al consumir alimentos locales comemos productos de temporada que son más sanos, además de más baratos.

7. Conoce de dónde vienen tus alimentos

Siempre es más reconfortante sentarte a comer sabiendo de dónde proceden los alimentos.

8. La comida local es variada

Un agricultor que no produce en masa puede dedicarse a producir diferentes productos.

9. Se impide la expansión de los monopolios

Solo cinco empresas distribuyen en España el 80% de los alimentos. Ellas controlan los precios y deciden las producciones.

10. Comprando a los productores locales se apoya el desarrollo sostenible

Con ingresos suficientes, los agricultores permanecerán y utilizarán las tierras para producir alimentos, y darán trabajo a muchas familias.