En este análisis del sector energético y, en particular, del sector solar fotovoltaico desde los ámbitos de investigación, industria y academia, ponemos de manifiesto que el número de expertas es de relevancia así como las contribuciones y aportaciones femeninas al sector. Sin embargo, en todos los ámbitos científico-técnicos encontramos una situación similar: a pesar de una presencia relevante, las mujeres tenemos escasa o nula visibilidad en posiciones estratégicas. La presencia de mujeres en el sector energético en los últimos años tiene una tendencia creciente, y sin embargo, esto no se ve traducido en un mayor peso en los foros de decisión.
¿Cuándo conseguiremos lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, logrando la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas en este área? De continuar la inercia actual extrapolamos que en las escuelas técnicas esto no se conseguiría en al menos 60 o 100 años. ¿Es esto razonable? En ningún caso lo es. Además, la invisibilización provoca que menos niñas estudien ingenierías, que menos mujeres se decidan por la carrera técnica y científica. Es urgente revertir esta situación, y poner a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la energía voz de mujer.
Porque los retos son urgentes, ineludibles, se hace imprescindible una transición energética hacia un modelo justo y sostenible. En este transitar, el 50% de las voces no pueden seguir silenciadas. Las mujeres deben también tener voz y capacidad de decisión de forma equitativa sobre el cambio de modelo. Por ello, reivindicamos nuestra apuesta por un modelo energético limpio, renovable, modular y distribuido. En este modelo, la energía debe ser un derecho universal de las personas y estar disponible para los usos esenciales de forma asequible y fiable.
En esta sesión presentaremos además, iniciativas de cambio de modelo y cooperativas promovidas por mujeres para fomentar el desarrollo profesional de expertas en el sector energético.