‘No veo mis joyas llegando en bici: nuestros productos son muy delicados, van en cajas pequeñitas (lo más grande es este reloj) y bueno, luego está el tema social’.
¿El lujo puede repartise en bibicleta?
El relevo, cooperativa madrileña de servicios en ciclologística, lo hace y el día 9 de julio presentará cómo es posible hacer que cualquier negocio que ofrezca sus productos a domicilio venda mejor y más gracias a sus servicios. Será en el MAR de Energía y Cuidados a partir de las 16h30.
Si tienes un puesto en uno de los mercados municipales de Madrid, si eres un restaurante, un pequeño o gran comercio, o una asociación de comerciantes que apuesta por un mercado cercano, donde se da valor a la identidad propia porque la diversidad mejora la oferta, que se enfoca en el bienestar de las personas y del medio ambiente, El relevo llega aportando garantías para conseguirlo.
El estado de las cosas
Uno de los ‘daños’ colaterales de la economía de plataforma (con las erróneamente llamadas plataformas colaborativas) es que da visibilidad a la precariedad del trabajo de reparto. No es algo nuevo, y ni mucho menos es exclusivo a repartir con bici.
La gran aportación que han realizado estas plataformas es haber vuelto a traer a la bici al centro de la economía urbana, de la mano con los datos.
La sensación de precarización de la persona que reparte en bici es mayor porque la bici da más visibilidad a la exposición personal. A parte de rodar, repartir en bici implica muchos tipos de tareas a cubrir por personas en puestos diferentes (con sus consiguientes subproductos). Ir en bici, no es para cualquiera. Menos en las ciudades de hoy, en donde sólo la bici puede hacerlo más rápido, llegar hasta cualquier rincón a tiempo, sin contaminar… y dando más visibilidad también a los productos que se reparten, con unas personas que son capaces de culminar las entregas porque son especiales.
En cuanto a los datos, gracias a ellos las plataformas tecnológicas permiten, al agregar oferta y acercarla directamente al cliente, optimizar las redes de producción, distribución y venta hasta tal punto que la identidad de las ofertas originales se diluye, se convierten en productos blancos de la marca de la plataforma, o incluso los productos y servicios de más éxito son sustituidos por marcas propias de la plataforma afectando la viabilidad de los negocios, tiendas, mercados, restaurantes y comercios inicialmente ofertantes.
Bajo su planteamiento actual y la ausencia de regulación, estas plataformas han detonado un proceso de precarización general de todos los agentes de las cadenas de valor tradicionales, más allá del reparto. ¿Es posible aprovechar el potencial de la bici y los datos para superar esta precarización?
Superar lo que no funciona
7 entidades de Madrid que forman parte del ecosistema del MAR de MOVILIDAD saben que sí, reconocen que su aportación es clave y están listas para dar el relevo.
Las cooperativas de reparto urbano de comida preparada La Pájara y Blackvrier, las ciclomensajerías La bici de Elliot, Mensos y El Plan B de Bici, y las tiendas especializadas Ciclolutions y Okocycle son las responsables de el relevo. La cooperativa aprovecha la diversidad de estas 7 entidades para presentar una oferta sindicada que gracias a la capilaridad espacial y vehicular y una tecnología en código abierto y propia permite resolver cualquier situación de reparto urbano superando la congestión, la contaminación y la precarización.
Con estas garantías la ciclologística puede completar las ventas de cualquier tipo de negocio, con entregas a domicilio que resuelven la encrucijada socio-ambiental en que están sumidas nuestras ciudades y negocios.
¿Quién puede permitirse el lujo de no hacerlo en bicicleta?