La movilidad, factor necesario en las actividades urbanas, requiere replantear la lógica de desarrollo de la ciudad para volver a enfocarlo hacia la calidad de vida de las personas y entes que concurren en ella. El Mar de Movilidad apoya, a través de asesoramiento y acompañamiento empresarial, a iniciativas que apuestan por una movilidad más sostenible, eficiente e inclusiva, y que poseen un valor añadido por su impacto social y colaborativo. Gracias a esto puede componer el relato que describe la visión de la movilidad que corresponde a esa lógica de ciudad congruente.
¿Qué líneas de trabajo se desarrollan desde el Mar de Movilidad?
Durante el arranque de MARES se ha realizado una profunda fase de diagnóstico, mediante los encuentros y la participación de diferentes grupos de interés en sesiones de reconocimiento y mapeo, reuniones de trabajo, charlas inspiradoras y talleres. Estos eventos han servido para trazar una serie de líneas de trabajo sobre aquellos temas que, ya sea por su potencial o por su grado de implicación y emergencia en el entorno, son caldo de cultivo para la generación de iniciativas de economía social e innovación ciudadana.
Las cosas que movemos
De la tienda a tu casa, del mercado a tu nevera, del restaurante a tu mesa… Las opciones de comercio electrónico disparan las necesidades logísticas en la ciudad. Junto a los antiguos y nuevos actores del sector buscamos un modelo eficaz y sostenible tanto para las empresas como para la ciudadanía, que garantice el cumplimiento de los derechos laborales.
Movernos para cuidar
La planificación de la movilidad urbana, centrada en los desplazamientos al trabajo, invisibiliza a quienes se mueven para atender a la infancia, a mayores, a personas dependientes… En compañía del Mar de Cuidados trabajamos para desarrollar iniciativas que mejoren la autonomía de las personas y su empoderamiento desde el feminismo. También, para construir alternativas que den lugar a ciudades pensadas para todas las personas desde el cuidado.
Lo que generamos al movernos
Siempre que nos movemos dejamos huellas. Actuando sobre quienes generan más movimientos, ayudamos a reducir su impacto en la contaminación ambiental y la ocupación del espacio. Más allá de soluciones reparadoras, la gestión de los datos que generamos puede ser empleada para mejorar los movimientos en la ciudad, replantear la planificación de las urbes y generar nuevas oportunidades de empleo.
Lo que usamos para movernos
Individuales o colectivos, la movilidad requiere de medios de transporte. La progresiva electrificación de los sistemas de tracción, junto con la restricción necesaria de la movilidad en los centros urbanos, posibilita el repensar las palabras “vehículo urbano”. Se pueden generar nuevas formas de espacios públicos y oportunidades de empleo, y replantear el papel de fabricantes, talleres de mantenimiento y sistemas de repostaje, que habrán de ser reconvertidos.
Los lugares por donde nos movemos
Estudiar el modelo de movilidad es también debatir sobre el reparto del espacio, tan limitado en zonas urbanas. El reto global es diseñar ciudades que prioricen la calidad de vida de todas las personas y los modos más sostenibles, acogiendo a la totalidad de la población a través de criterios de accesibilidad universal. Un desafío común que implica a la administración pública, personal técnico y agentes sociales para que definan las oportunidades de mejora y prioricen juntos estos objetivos.
Para analizar y debatir el presente y futuro inmediato de la movilidad urbana, Impact Hub Madrid y MARES de Madrid organizan un evento en el que contaremos con cuatro de las inciativas que forman parte del ecosistema del Mar de Movilidad:
- Koiki: transporte sostenible realizado por personas de tu barrio
- Som Mobilitat: cooperativa para la compra y uso compartido de coches eléctricos
- Don Cicleto: red de aparcamientos seguros para tu bicicleta
- Me Muevo: promoción de la movilidad activa en la ciudad
