Las Comunidades de Aprendizaje orientadas a la Práctica (CAP) tienen por objetivo el encuentro de personas interesadas en torno a un tema o problemática para reflexionar sobre él e innovar en soluciones. Para alcanzar el éxito de las CAP, es imprescindible la tarea de la facilitación, que permite la integración de todas las personas y ayuda a explorar los objetivos y líneas de trabajo. Hemos charlado con tres de las personas responsables de realizar esta tarea dentro del proyecto MARES.

CAP de Vivienda Ecolaborativa

Facilitación CAP Borja Izaola

Borja Izaola, cofacilitador de la CAP de vivienda ecolaborativa.

¿Cómo y por qué surge esta CAP? 

Surge de la inquietud y experiencias previas de tres entidades socias de MARES y da respuesta a la creciente demanda de nuevos modelos de acceso a la vivienda. Este interés general se comprobó en la primera convocatoria, a la que acudieron prácticamente todas las personas pioneras del cohousing en la zona centro y norte del Estado. A partir de entonces acude un grupo comprometido personal y profesionalmente. 

¿Cuál es el objetivo y líneas de trabajo? 

Hay varios objetivos que se retroalimentan: conocer los nuevos modelos, generar redes de interés e intercambio de experiencias y profundizar en las barreras y posibles soluciones. Para ello en la primera mitad de cada encuentro invitamos a gente experta y en la segunda, divididos en tres grupos de trabajo, profundizamos sobre los aspectos comunitarios de convivencia, los que tienen que ver con lo jurídico o procedimental y lo referido al edificio. 

¿Cuáles son los principales obstáculos de facilitar esta CAP?

La facilitación grupal, comunicativa y de objetivos fluye gracias al interés y madurez de la personas asistentes. En cada encuentro se resuelven los retos de acoger nuevas personas, coordinar los grupos de trabajo renovando roles, encontrar ponentes o casos de éxito para la siguiente cita y comunicar los resultados al grupo. Tenemos un coordinador general que desempeña su papel a la perfección, con motivación intrínseca y habilidades para ello. 

¿Se pueden transformar realidades a través de una CAP?

En este caso hay una escala personal de empoderamiento demostrada por las personas que acuden desde fuera de Madrid. Se da un crecimiento en la comprensión y difusión de los nuevos modelos, mucho más allá de los círculos inmediatos. También está surgiendo una comunidad de personas afines. Sin embargo, cuesta valorar y viabilizar las herramientas y dedicaciones prestadas, y hay un riesgo de agotamiento. 

CAP de moda sostenible

Silvia Rodríguez, facilitadora de la CAP de moda sostenible.

¿Cómo y por qué surge esta CAP? 

Con la puesta en marcha del Mar de Reciclaje, vimos que una de las oportunidades productivas del sector era la moda sostenible, ya que la industria textil es una de las más contaminantes del mundo. Además, nos encontramos con una alta demanda de proyectos relacionados con este subsector. Así, vimos la necesidad de crear un espacio de encuentro y trabajo colectivo, centrado específicamente en proyectos de moda sostenible, con el objetivo de seguir aprendiendo en común y establecer sinergias. 

¿Cuál es el objetivo y líneas de trabajo? 

Tenemos múltiples metas, desde visibilizar los valores de la sostenibilidad, hasta la creación de espacios colectivos de comercialización, pasando por compartir las claves de aquellas experiencias de éxito tanto dentro como fuera de la comunidad. Nuestra principal línea de trabajo es la generación de sinergias con otros proyectos, detectando necesidades comunes y compartiendo posibles soluciones, como pueden ser el acceso a proveedores de tejidos.

¿Cuáles son los principales obstáculos de facilitar esta CAP?

Integrar a la gran cantidad de proyectos que demandan formar parte de las líneas de trabajo de la comunidad, puesto que recibimos una media de tres o cuatro solicitudes semanales. Es complicado integrar a proyectos nuevos en una línea en las que llevamos meses profundizando, puesto que muchas implican un trabajo colectivo para generar confianza y fluidez en el equipo.

¿Se pueden transformar realidades a través de una CAP?

Hasta el momento, la práctica nos está aportando unos resultados muy positivos. Tras los primeros meses de trabajo de esta comunidad, se ha logrado crear un espacio de comercialización con una gran acogida por parte de clientes. Otro de los éxitos con capacidad transformadora ha sido la creación y constitución de un colectivo de moda sostenible compuesto por nueve entidades para ofrecer servicios y productos bajo una marca paraguas.

CAP de trabajo en equipo

Nacho García, facilitador de la CAP de trabajo en equipo.

¿Cómo y por qué surge esta CAP?

Esta es una de las CAP que llamamos proactivas, es decir, que se lanzan desde el propio proyecto MARES a partir del análisis de la situación. Vimos desde el principio que fomentar iniciativas de autoempleo colectivo con capacidad de transformar la ciudad pasaba por ayudar a gestionar las dificultades que podían surgir en la gestión de los equipos de trabajo, siendo eficaces y cuidando los procesos y las personas al mismo tiempo.

¿Cuál es el objetivo y líneas de trabajo?

En este año y medio hemos tenido tres líneas de trabajo. La primera se centró en elaborar un mapa de dificultades y herramientas para superarlas dentro de los equipos de trabajo. En la segunda etapa hemos investigado sobre formas de organización que permiten combinar eficacia, democracia y cuidados. Ahora, en la tercera, repetimos la línea de la primera, pero identificando las dificultades que tienen las iniciativas del ecosistema MARES. 

¿Cuáles son los principales obstáculos de facilitar esta CAP?

Las comunidades son espacios flexibles aunque requieren de trabajo constante, no necesariamente de todas las integrantes, pero sí del grupo. En este sentido hemos funcionado con un grupo constante de unas ocho personas, y una participación habitual de otras 12. La gestión de la flexibilidad en la participación y la continuidad en el aprendizaje es uno de los mayores retos de la CAP.

¿Se pueden transformar realidades a través de una CAP?

Para transformar la realidad hay tres niveles. Una transformación personal (de quien participa físicamente), una grupal (de la iniciativa a la que pertenece) y una social (del sistema en el que está, en este caso, el ecosistema MARES. El primer nivel creo que está alcanzado y, en muchos casos, el segundo también. Los productos que se van generando y el trabajo que hagamos ahora es el que nos permitirá caminar hacia el tercero. 

Contenido publicado originalmente en el número 5 de la revista MARES.